domingo, 16 de diciembre de 2018

Sobrevivirte.

Me duele la primavera en septiembre que nunca volverá.
Estoy llena de flores secas y mariposas muertas.
No me encuentro y tengo sensación de seguir pero sin avanzar.
No es lo mismo ser sin ti.
Todos los días  te echo de menos, parece que toda la ciudad esté de tu parte y se empeñe en que no sea capaz de estar bien si no la recorro contigo.
Sigo con tus palabras clavadas en el pecho por miedo al dolor de sacarlas de ahí; por miedo al dolor de revivirte más.
Se que merecemos una segunda parte de esto, pero no se si la quiero.

Ojalá no tuviese que haberte sobrevivido nunca.

lunes, 12 de noviembre de 2018

Aunque ya no estés.

Te regalo mis inviernos y las sonrisas que nunca más llevaran tu nombre. Te regalo todas mis razones y maneras de echarte de menos; aunque puede que no lo merezcas.
Te regalo todas las palabras que no me dejaste decirte y me arranqué de la garganta con el dolor más grande que jamás sentí.
Te regalo todos los silencios con lágrimas y todo el amor que aún te tengo, pese a no saber ya quién eres y no estar segura de quién fuiste.
Te regalo todo lo bueno y lo malo que recuerdo de nosotros, todo lo que no nos dejaste ser, todo lo que ya no sé si fuimos.
Te regalo toda la felicidad que te llevaste y todo el vacío que me dejaste.
Porque aunque aún te quiera, tú dejaste de querer quedarte hace mucho, incluso antes de marcharte.
Ojalá seas feliz con tu nueva vida, con ella.
Aunque me duelas en el alma.

viernes, 21 de septiembre de 2018

Más que tú.

Le temo más a la vida que a la muerte.
Me duelen tantas cosas que ya no siento ni dolor...nos llevo tan dentro que ni siquiera se quiénes fuimos. Quiero olvidar.
Ahora somos lejanos; estamos a años luz, en diferentes planetas.
Te llevo esperando tanto tiempo que aún sabiendo que eres tú ya no sé a quien espero y aunque suene triste... sé que yo me hiero más de lo que lo hiciste y lo haces tú.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Fantasmas.

El cigarro de después de volver a recordarte, de intentar pensar en no volver a pensarte.
Fantasmas en la memoria de una vida que parece muy lejana aunque sigue siendo esta pero ya sin ti.
Dueles como duele la vida cuando dudas de si quieres vivirla.
Dueles como cuando no sabes que fue verdad y que mentira.
No sé ni lo que valgo, ni lo que merezco.
Me olvidaste muy pronto o hace mucho que dejaste de querer.
Quiero no querer saber nada de ti, pero te necesito.
El tiempo sigue pasando y la herida no sana. Tengo el puñal aún dentro, sin tener el valor a preguntar por qué, quitarlo y dejar que cure.
El dolor es lo único que me ata a ti, no quiero sentir. Pero sí sentirte.
Una de las cosas más tristes fue que te fuiste sin ser capaz de despedirte después de todo.

sábado, 8 de septiembre de 2018

Volver a vernos.

Aún tengo tantas cosas que decirte y tantas ganas de escucharte de nuevo...
Me dueles tan dentro que creo; solo a veces, tener prisa por olvidarte.
 No lo consigo.
Mataste todo lo que yo era; no solo lo que éramos.
Te odio tanto... O creo hacerlo.
 Sigo esperando a un "lo siento" de tu boca, pero que salga desde el corazón.
No sé quién de los dos no estuvo a la altura del otro. Dejamos de ser equipo, cuando nunca nadie nos ganó... Nosotros mismos nos hicimos perder esta batalla, supongo que ni siquiera salimos a luchar.
A lo mejor ya estaba todo perdido desde hace mucho antes y no hubo coraje de matarlo a tiempo con el poco amor que quizás quedaba.
Te sigo queriendo, es lo único que me recuerda la que un día fui y dudo que vuelva a ser alguna vez.
Me mataste pero sigo viva y no sé si nos lo merecemos, lo mereces o lo merezco... pero te prometo volver a vernos.

domingo, 2 de septiembre de 2018

Ruinas y funerales.

Estoy aprendiendo a caminar sin ir de tu mano. Estoy aprendiendo a querer quererme un poco más.
Estoy intentando comprender que es lo que merezco y siento que es más de lo que tú me das.
Fuiste el que decidiste marchar; yo que siempre estaba preparada para irme contigo a la batalla final.
El fin del mundo sentí que no existía para nosotros, fuiste y serás el amor de mi vida aunque ya no vuelvas más.
Estoy reconstruyendo las ruinas con mis propios ladrillos y un muro para que nadie pueda pasar sin previo aviso. Sin llaves, ni ventanas.
Tan fría como el hielo cuando quema... Todo lo que un día fuimos voló.
Me sigues doliendo tan dentro que a veces ni siento.
Estoy haciéndome a la idea de no verte más, ni siquiera hubo una despedida... Todo está muerto.
Esta es mi canción final para el funeral de nuestra vida.

domingo, 26 de agosto de 2018

Grietas en el pecho, dolor en las costillas, mente cansada y triste. Angustia.
Hay tantos pedazos por recoger y otros tantos perdidos que no sé por dónde empezar. No sé si quiero empezar.
No sé dónde estoy ni si quiera sé si quiero estar.
Nunca se vuelve a ser el mismo después de un desastre. De ti.
Ya no tengo más que dar y sin embargo siento que tengo un vacío que pesa demasiado. Me estoy ahogando y no puedo coger impulso.
Los finales de mierda también existen.
Cuánto de verdad hubo en todo y cuánto de mentira en el último tramo...
Bloqueos. Preguntas con respuestas a las que temo.
No puedo sostener el peso de mi misma. Mi cabeza no puede más y el corazón sigue por inercia.
Estoy cansada.
Cansada de nosotros, de no entender, de buscarte... Cansada de esperar y no ser capaz de dejar de hacerlo.
Te odio a ratos, te quiero siempre.
Ojalá no te hayas perdido por completo y sigas en alguna parte.
 
Te quiero como antes y te echo de menos como nunca.

viernes, 24 de agosto de 2018

No tengo faro que me guíe, una deriva que me está llevando al infierno o a tu cielo. De nuevo.
Nunca vi un azul tan puro como el de tus ojos. Me he quedado ciega o no quiero ver...
El arte de como nos queríamos, la magia de tenerte cerca.
El siempre que nunca fue, el futuro que matamos.
Pausas de tirar toda la mierda; de mandarlo a la mierda. De parar y no respirar. Inerte.
Sé que existe un plan para mi, pero no lo encuentro.
Esperando que el universo me haga una señal o me lleve a otro sitio donde esté bien.
Ojalá en una de todas las demás vidas, sigamos juntos viviendo todo lo que matamos en esta.
Me quedo, porque no sé irme.
Te quiero porque no puedo no hacerlo.
Ojala un día cierre los ojos y estés al lado o dejes de quemarme en la mente y reventarme en el pecho.

Me dueles porque un día me hiciste sentir viva.
Eres la mejor consecuencia de todas las decisiones que tome en la vida...

Aunque ya no estés.



Estoy tan fuera de mi que ni yo me alcanzo.

martes, 21 de agosto de 2018

¿Dónde estás? ¿Te has ido ya?.
¿Crees que volverás?
Estaré esperándote.
¿Dónde estoy? Creo que estoy desapareciendo.
¿Es el final?
Creo que no volverás.
Aún así estaré esperándote.
¿Me echas de menos? ¿Nos recuerdas?
Te echo de menos.
Estoy empezando a creer que será mejor olvidarnos y me da miedo.
Siento que estoy ardiendo por dentro.
El fuego de tu ausencia está devastándolo todo.
Te quiero. Y lo quiero contigo.
Ardamos juntos, al margen del mundo; todo irá bien.
Quédate si aún no te has ido. Te necesito.
Todo es diferente sin ti... casi nada tiene sentido.
Te veo en todas partes. ¿Crees que volverás?
Me siento vacía. ¿Dónde quedo todo el tiempo que estuvimos juntos?
Sigo guardando tus cosas. Sigo contigo dentro, dejando que todo caiga poco a poco.
Estoy pendiendo de un hilo, viendo como todo se cae, dejándote ir sin querer.
Sintiendo que tú es lo que quieres...
No está quedando nada de lo que fui.
Me estoy perdiendo...
No quiero olvidarte, me da miedo que me olvides... No lo hagas tan rápido.
Prometo no hablarte más si tú no quieres.
¿Dónde estás? ¿Te has ido ya?
Si no te has ido, quédate... Por favor.

Estaré esperándote.

La incertidumbre es un castigo.

"- Hola.
- Hola.
- Estoy esperando a alguien.
- ¿A quién?
- No lo recuerdo.."
                                      -A Ghost Story-

domingo, 19 de agosto de 2018

Tiempo.

He perdido la cuenta de las veces que he cerrado los ojos y he creído sentirte.
Recuerdo nuestro principio y sonrío triste; parece que ya hemos llegado a nuestro final.
Trago saliva e intento seguir con todo este miedo a aceptar y conformarme con que ya no estás, ni estarás.
Estoy intentando hacer mi vida sin ti; como me pediste... y lo único que estoy haciendo es intentar hacer sola las cosas que solíamos hacer juntos. Aprendiendo a reconstruime sin saber por dónde empezar siquiera.
Creo que no merecíamos este final; al menos no así.
Desastre interno.
Me da miedo volver y deshacer "nuestros sitios", el saber que iré y ya no estás ni vas a estar.
Solo estoy dejándote el espacio que creo que necesitas.

Tengo un montón de excusas para hablarte y un solo pensamiento frío para no hacerlo.
Sigo aquí, conmigo y sin ti... Esperando a que el tiempo cure aún sin creer en ello.


Ojalá llegue el día en el que volvamos a escribir juntos aunque no volvamos a ser lo que un día fuimos.



Estoy dejando de esperar nada pero tienes todo mi tiempo.

sábado, 18 de agosto de 2018

Levedad.

Nunca me he conocido tan triste.
La mayoría de veces he sido sin saber ser.
Podría vomitar este vacío que es lo único que llevo en mi ser.
Todas mis mariposas muertas te pertenecen.
No entiendo nada y te necesito para entender, aunque sea unos minutos; si no quieres quedarte...
Tengo el pecho lleno de preguntas que duelen y nadie va a venir a salvarme de toda esta mierda.
No tengo fuerzas. Te echo de menos.
Vendería mi alma al diablo si con eso todo acabase.
Un día creí merecer algo que en realidad creo que nunca tuve.
Eras todo lo que siempre quise; sin saber en qué momento quisiste dejar de serlo.
Llegados a este punto no sé si te estoy esperando o me estoy esperando...
Por si un día quiero volver a reconciliarme conmigo.

La levedad con la que pasamos a ser uno siendo dos y la dificultad de volver a sentirse completo cuando la unión se rompe.

lunes, 13 de agosto de 2018

Si te quieres quedar, aunque no sea conmigo.. cuando todo cure avísame.
No quiero que te vayas. Ahora solo sé que no quería irme.
Dijimos que la culpa no fue nuestra pero míranos... No nos atrevemos ni a hablarnos.
Te quiero por todo lo que fuimos y creo que te odio por todo lo que no nos dejaras ser.
Me está matando el esperarte... Pero sé que en el fondo no quiero ni puedo evitarlo.
Ya te estuve esperando toda una vida.
Incapaz de quitarme tu mitad del pecho; colgando en el cuello a modo de esperanza y castigo sin saber muy bien por qué.
Perdón por todo lo que no hice bien.

Sigo donde siempre, por si algún día decides volver aunque no sea a buscarme.

domingo, 12 de agosto de 2018

Lo que quizás no volveremos a ser.

Ignorante fui al sentir que seríamos eternos...
Que tras luchar en tantas batallas juntos la vida jamás podría con nosotros por mucho que se empeñase.
Nuestro peor enemigo fuimos nosotros mismos, que no supimos querernos como merecíamos...Y dejamos de merecernos.
El mundo perdió otro amor de esos que hacen historia en silencio.
De los que sin saberlo nadie, siempre están en medio del campo de guerra saliendo victoriosos.
El amor no lo puede todo y querer no siempre es suficiente.
A veces la vida te pone delante a tu compañero de vida y luego te aparta de el para que ya no volváis a ser juntos. Sin más.
Y aunque te regale más historias  con otras personas; nunca sientes que sea la tuya, ni sientes las fuerzas de luchar en ninguna batalla y te dejas perder porque por muy bien que funcione no puedes querer lo suficiente.
Tu pieza clave la tiene alguien con quien aún siendo consciente que no verás ni serás más... sientes que no querrías que la tuviese ningún otro ser en el mundo y es entonces cuando te rindes a vivir una vida con amores de tirita y a intentar curar una herida que en el fondo sabes que jamás sanará.

La vida es perra y nosotros muy cobardes. 

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Últimamente todos los días parecen domingo.
Cada vez la marea sube más y siento menos fuerzas para poder mantenerme a flote... Nunca fui capaz de aprender a nadar.
Siento pánico de no ver lo que hay bajo mis pies.
Llevo mucho tiempo sintiendo que, sin saber en qué momento... Salte al vacío y aún no he dejado de caer.
No tengo motivos. Me falta el aire y las ganas.
Te has ido...definitivamente. Y ya no tengo manos a las que agarrarme y sentir que todo irá bien.
Contigo... no me daba miedo no saber con que podría encontrarme en el camino. Contigo no temía nada.
Rutina. Rutina de no tener ganas, de no ser feliz, de dudas existenciales que no desparecen con ningún marcaje de objetivos.
Objetivos que aunque consiga, me siento igual de hueca por dentro.

Te has ido. Te has ido y no vas a volver...
Y ahora siento más miedo de saber que si algún día dejo de sentir este vacío, tú ya no estarás.


Te echo de menos desde antes de que te fueras.



lunes, 6 de agosto de 2018

Siete.

Intento evitar el recordar, aunque no puedo dejar de leerte.
Intento saber dónde te perdiste; pero no sé si quieres que te encuentre.
Al dejar de verte me perdí.
Somos mi peor pérdida.
Tardaste tanto en llegar y siento que muy poco en irte.
Sé que no era fácil; que no soy fácil... Lo siento.
Aunque siga andando lo hago mirando hacia atrás a veces... Por si te veo.
Solo pido que nuestros caminos se vuelvan a cruzar sea de la manera que sea.
Aprenderé a querer(te) como la vida marque.



Y como tú quieras.

jueves, 2 de agosto de 2018

Deseo blanco.

Estoy sin estar, intentando encontrar un punto de reinicio y rehacerme. Sin ti.
Nunca es el mejor momento para esto.
No se puede empezar de cero, así que creo que construiré de nuevo el muro solo conmigo dentro.
Ojalá me pidas que haga una ventana o entres sin avisar; es lo único que no me da miedo.
Ojalá vuelvas... Porque sé que aún sin querer estaré esperando.
Guardo nuestros cristales rotos bien adentro y aunque duelen también sanan... No dejan que olvide del todo quién fui.
Aún no me lo creo y sigo buscándonos.
Solo pido que estés al otro lado del bache más grande que la vida me ha puesto.


Hice amago de querer irme creyendo que era lo mejor y ahora sigo aquí, en el mismo punto donde nos dejamos... Por si sientes querer volver.


Te estuve esperando mil vidas, ojalá quieras regresar en esta.

sábado, 28 de julio de 2018

Géminis.


Triste es saber lo que pudimos ser y no fuimos.
Nuestro comienzo con final en el principio.
Te sigo buscando aunque sepa que ya no estás. Ni estuviste. Ni querrás estar.
Huí; porque sentí que una retirada a tiempo era una victoria. No quería perderme.
Por la paz que me merezco y tú no me diste.
Me quería ir mucho antes pero no me dejaste... Ni comes ni dejas comer, ni lejos ni cerca..
Y el todo a la vez en esto no sirve; estabas haciendo un cóctel molotov que iba a acabar en guerra.
Te tengo clavado en la retina y aunque dueles ya no lloro. Inmune a tu pasotismo con el paso del tiempo...Espero.
Quién más perdió de los dos fuiste tú.
Sé feliz por todo lo que no nos dejaste ser.

Triste es saber la definición de amor y, aún así, renegar.
Atisbar lo imposible. Felicidad escondida entre llantos, deidad de esparto; sumiso ser destartalado.
Roto placebo. Mancha de juego inefable. Por qué quisiste sin mí. Siendo verso, artífice, arlequín. Por qué mentir, entre cientos. Por qué dormir. Letargo de largos versos. De lejanía. De seguir huellas, por ti.
Te sigo buscando además. A parte de haberte encontrado. Siempre fuiste necesidad, hoy eres lo contrario. Esperamos ver aquello que nos hizo empujar. Baldíos sueños entumecidos que ríos lloran. Desesperados. Varias muescas comparten la sal. Verdugos del mar. Al son de la deidad. Somos quien somos, no más. El resto, impar.
Huí porque, sinceramente, no nos merecíamos. Aunque yo habría quebrado mis venas por ti. Aunque tú eras sequía y yo llovizna. Aunque decías haber deshecho tus labios por mí. No distinguimos nunca el océano. Largos meridianos sublevados al hogar. Tiempo longevo, ancha confusión. Permítenos, luna, volar, oscuro pacto real.
Por la paz predestinados a la más pura indecisión. Burdos versos de Alejandría. Llorábamos cuencas. Susurrábamos lugares. Dos callejones, un destino, una sombra. Y el resto, altares; quién lo diría.
Me quería ir mucho antes que tú; pero no pude. Miré los posos de tu taza y ni me atreví. Y mejor así. Mis palmas nunca fueron tus lunares; en cambio, fueron vientos de cambio y tesón.
Y el todo, a la vez, en la retina. Y mis dedos rozaban tu silueta. Dijimos de vernos, ¿recuerdas? Dijimos eternos, ¿recuerdas? Logramos sentarnos juntos e imaginar, pero me perdí en tus piernas.  Logramos maremotos; roto ultramar. Definidos sollozos, loco dormitar onírico. Desmenuzamos sentir por probar, y; sí, de verdad, terminamos solos.
Inmune al final; despertamos. Larga pretensión, niños en tránsito: ¿qué es el amor, hermano? Dejarlo todo. Emendar eclipses. Olor a luna. Aullar. Lejos de querer, odiar. Llenos de rabia, uno más. Seremos. Estaremos de más. Vivimos, sí. Pero, solo unos pocos, aprendimos a amar.



El segundo texto es de http://likeawolfhowling.blogspot.com/
que escribe maravillas.
Tenía muchas ganas de hacer algo así de nuevo y nos salió esto. 

miércoles, 18 de julio de 2018

El día que dejé de verte y me perdí.


El día que dejé de verte y me perdí; siquiera lo recuerdo. Sé que seguía agarrada de tu mano pero me sentía colgando de un hilo.
Tenía vértigo y supe que estábamos desapareciendo.
Estábamos andando entre cristales que reflejaban lo que fuimos y ya no.
Ya no estábamos. Ya no éramos.
Estábamos reconstruyendonos pero ya no en el mismo sitio. Ya no juntos.
Me sentí gris y a años luz de la vida.
A años luz de ti y a años luz de mí.
Me había perdido y no te encontraba. Pasé miedo.
Y ahora, que sigo sin saber dónde estás; estoy en el mismo puto sitio donde te sentí por última vez por si la vida nos devuelve el amor que nos robó.
Quiero inmolarme con este dolor y volver a rehacerme sin los rotos que se clavan sin remedio y no me dejan respirar.
Sigo aquí, inerte...Desde el día que dejé de verte y me perdí.


Desde el día que nos perdimos y no nos esforzamos en evitarlo.



https://youtu.be/2n90rpcYAts

domingo, 15 de julio de 2018

Primavera en invierno.

Ayúdame a librarme de los tormentos y a ir vaciándome las penas; a sonreír sin tristeza.
Quédate a mirarme mientras me rehago...
Enséñame cosas que no sepa. Deja que te vea por dentro.
Asómate a mis entrañas y alumbra mi oscuridad.
Me estoy construyendo un muro interno contigo dentro...Sé que sabes donde te construí la ventana para que puedas salir, pero quédate... Por favor.
Entre tanto ruido ensordecedor traes la calma con tu risa, con el sonido de tus pasos, con todo lo que dices sin hablar. Calmas a mis bestias.
A ratos me recuerdas quién soy de verdad; aunque vuelva a olvidarme.

Y aquí, que siempre es invierno trajiste con tu abrazo la primavera.


Dime que todo irá bien.


viernes, 13 de julio de 2018

Con quién.

Si me miro hacia dentro se que guardo los peores monstruos y lo peor es que los sigo alimentando a sabiendas de ello.
Soy quién tiene la peor versión de mí y aún así soy con quién más a gusto me siento.
Siento miedo de no saber cómo darme la luz que me dicen que supuestamente merezco.
¿Cuánto mal hace lo malo? ¿ El bien es bien para todos?
Las peores palabras hacia mí siempre me las he dicho yo y soy a quién menos quiero.
Y aún así soy con quién más a gusto estoy.
Soy quién menos se comprende y con quien menos lo intento; soy quien más me duelo y más daño me hago.
Y aún así soy con quién más a gusto estoy.
La vida me viene grande y yo me siento muy  pequeña.
Ironía es que cuando peor estoy, más fuerte abrazo a mis monstruos y más a salvo me siento.
Al fin y al cabo... mi peor enemigo soy yo.


Y aún así con quién más a gusto estoy soy yo.

lunes, 4 de junio de 2018

Yo, que nunca supe hacia donde iba y que un día olvidé de donde venía.
Yo, que siempre me perdía entre mil dudas y daba vueltas buscando la forma de hacer bien las preguntas para acercarme a las respuestas.
Yo, que nunca confíe en ningunas manos para agarrarme fuerte y no caer... Incapaz de evitar saltar al vacío en cada precipicio que se me ponía por delante.
Yo, que no me atrevía a mirar a los ojos a nadie por miedo a que pudiesen saber más de lo que yo quería que supiesen.
Y entonces llegaste y me enseñaste un camino sin rumbo fijo pero si con un destino y me regalaste un punto de partida nuevo; un comienzo.
Tú, supiste responderme sin tener ni siquiera las preguntas y no solo me diste unas manos a las que agarrarme... me diste un refugio y un hogar donde perder el miedo, lejos del precipicio.
Sin que me diese cuenta, te asomaste a mirar donde nadie se atrevió y te quedaste... Dando luz y enseñándome cosas de mí que ni yo conocía...
Y te llevaste mis miedos.
Y te quedaste conmigo.
Y me enseñaste a querer quedarme aquí.

sábado, 5 de mayo de 2018

Una mente que grita y una voz enmudecida.
En la garganta un nudo que no se ve pero ahoga...
Un corazón con tantos intentos de arreglarse que los pedazos ya no encajan.
Unos pasos que no saben hacia donde van y quizás tampoco desde donde empezaron exactamente.
Unos ojos tan oscuros y perdidos que miran pero ya casi no (quieren) ver.

Después de tantas pérdidas ya no sé dónde buscarme.

viernes, 13 de abril de 2018

Rezo a un dios qué no sé si existe para que me dé las respuestas a unas preguntas que no sé cuáles son pero necesito saber.
Voy paso a paso hacia ninguna parte porque no sé si quiero seguir yendo.
Nunca llega el "mañana será otro día" porque el tiempo pasa, sí, pero siempre de la misma manera de mierda. 
No hago nada por cambiar nada porque ya no estoy.
Sigo esperándome sentada por si alguna vez aprendo a deshacerme y volver...
Devolverme a donde alguna vez creí merecer estar.
Lo efímero de la felicidad, la amargura de la tristeza y el dolor de la pérdida de uno mismo.
Muchos minutos de silencio; me pido perdón por no saber que hacer...
Por si no llego a tiempo.

jueves, 12 de abril de 2018

Me gusta recordar cuando sonreía sin trampas, cuando me sentía luz y respiraba aire que no me ahogaba.
Me gusta recordar los sitios a los que iba sin compañía y no me sentía sola.
Me gusta recordar cuando estaba a gusto conmigo a solas.
Pero ya no sonrió desde dentro, me siento sombra y hasta el aire más puro me ahoga.
Me ponen triste pasar por "mis" antiguos sitios y me siento sola aunque este rodeada de personas.
Me gustaban tantas cosas que ya no... Me gustaba yo y ya no. Mierda.

A veces lo único que espero de la vida es que se acabe.

domingo, 18 de marzo de 2018

-.

Querría pedirte que no volvieses más; aunque en realidad nunca has estado.
Nunca has querido estar.
Querría pedirte que desaparecieses de mi mente; aunque en realidad necesito que estés.
Querría pedirte que te sincerases y me digas si alguna vez nos quisiste. Juntos.
Odio sentirme como cualquier otra persona más para ti.
No tienes que pedirme que me quede; porque yo quiero quedarme a sabiendas de que tú no.
No me gusta pensar en lo fácil que parece para ti el dejarme ir.
El tiempo dice que lo cura todo... espero que pronto me ayude a no seguir reabriendo las heridas por miedo a dejar de tenerte de alguna forma... aunque sea así.
Espero que me ayude a no despertar con ganas de ti; a no echarte de menos.
Espero que mis manos olviden pronto el tacto de las tuyas y termine la tristeza de no encontrarlas por mucho que las busquen.
Espero que mi voz se olvide de la forma en la que te susurraba y no se quiebre pensando en que ya no quieres escucharla más.
Espero que mis ojos dejen de recordar cada esquina de ti y todas tus formas y dejen de estar tristes.
Espero reaprender a quererme por encima de todo.

Necesito un espacio y mucho tiempo lejos de ti para al menos creer en el intento de intentar olvidarte.

martes, 6 de febrero de 2018

Estados.

Insano como el vivir sobreviviendo a uno mismo.
Doloroso como estar matándose en su propia guerra.
Agotador como tener que seguir despertándose todos los días sin encontrar razones.
Triste como olvidar quien eres y no ser capaz de recordarlo.
Angustia por la falta de aire aún pudiendo respirar.
Ansiedad por tener vida y no saberla apreciar.
Fría por sentirse sola y que nadie se de cuenta.
Cansada de gritar y llorar sin que se escuche.
Infeliz con sonrisa de madera; astillada por cada una de las veces que siente que se rieron de ella.

martes, 23 de enero de 2018

Aunque ando sobre cristales ya no me duele, por costumbre.
Sobrevivo a esta vida porque nadie me preguntó si quería un cuerpo que habitar.
Ya no tengo ganas de fingir siempre ser fuerte, de seguir entera.
Soy todo pedazos de momentos que no puedo olvidar.
Y siento que no siento nada aunque llore. Vacío existencial.
Quiero un billete de ida sin vuelta hacia la nada, para que nada me hago daño.
No me aguanto ni a mí misma, pero no puedo evitarme.
¿Hacia dónde huir cuando no quieres estar en ningún sitio? ¿Qué decir cuando después de gritar nadie te ha escuchado? ¿A qué amarrarte cuando no quieres nada?.
Aunque respire siento que me estoy ahogando.

Cuando mejor me siento es a oscuras y en silencio. 

miércoles, 17 de enero de 2018

Tiempos grises.

Llena de gris por dentro; con tormentas que no sé calmar.
Mar bravo en las entrañas y con el timón de un barco que no sé manejar.
Náufraga buscando tierra firme, con sed y hambre de tiempos mejores aunque a gusto en soledad.
Grito grito y grito sintiéndome esclava de mi misma, pidiéndome la libertad que tanto ansío pero no sé dármela.
Ojalá aprender a callar las voces de dentro y coger fuerzas de seguir en el intento de abrazar a la vida  y quererme un poco más.
Triste porque no soy capaz de mirar más allá y destruir la pared que construí con todos los desechos que he sido incapaz de dejar atrás.
El tiempo que no deja de apretar, la soga invisible pero notoria de aquello que no volverá.
Crisis atemporal, como el querer llegar a buen puerto sin saber hacia donde remar.
El sol sale pero no ilumina ni calienta; siempre es invierno en la cabeza del que siente que no puede más.


Miro como avanza el reloj con la esperanza de que se lleve los malos días.