sábado, 19 de septiembre de 2020

En blanco.

 He vuelto a las ruinas de tu templo y no he visto rastro de nosotros... Sólo piedras de aquel muro que terminó por separarnos. 

El hueco de la ventana que no se terminó de construir está más lleno de mierda que cualquier otra parte.

No he sentido ganas de quedarme como antes, hace tiempo que ya no espero.

Estuve ahí, contigo. Pero también sin ti y salté. Me dejaste saltar y ni siquiera te giraste cuando estaba gritando tu nombre... No lo hacía para que no te fueses, ni para que te quedases; solo quería la oportunidad de despedirme de ti sabiendo que no volverías. 

A veces me sigue pesando el recordarte, otras en cambio ni escuece.

¿Tú has vuelto alguna vez? ¿Nos recuerdas? ¿Me recuerdas?

He cambiado tanto... 

Sigo sin encontrar mi camino, no estoy donde quiero, ni con lo que quiero... Pero lo sigo intentando aunque a veces me falten las fuerzas.

Ojalá, si tú te sientes igual, al menos... también estés cumpliendo esa promesa que algún día nos hicimos.


Hay días en los que mi cabeza vuelve a ti y el vacío de dentro crece un poco.

Sé y siento que ya no, pero en ese momento fui algo y fui alguien... Contigo y sin ti.

No sé si este es uno de esos momentos en los que tu nombre me duele o me hace sentir menos inerte.

Creo que te querré en todos los tiempos... Aunque de maneras diferentes.