sábado, 23 de junio de 2012

Quédate a seguir bailando.

Bailemos la última balada, peguemos la última calada. Hagámoslo una vez más, invítame a no marcharme.
Tardes tontas, labios rotos, manos que ya no juegan a enlazarse.
Deberíamos dejar de esquivarnos; nuestros ojos se buscan solos.
Dame más razones y menos excusas sin sentido. Pierde el miedo al miedo, bésame lento que por el momento no muerdo.
Mírame a los ojos; otra vez, léeme los labios, cógeme de la cintura. Quiero que sigamos bailando.

Algunas razones y unas cuantas horas más.


Deja de regalarme tu ausencia. Déjame darte abrazos sin vacíos, déjame llenarme los labios de ti otra vez.
Que cada vez que te vas, pierdo un poco más la calma. Quédate, el lado derecho de mi cama que... sigue teniendo tu nombre. Te reclama; dice que también te echa de menos.
Las mariposas se van muriendo y los pájaros arrancándose las alas. Me duele la cabeza de pensarte sin pensarlo.
Vuelve a agarrarme del brazo y gírame; como antaño cuando me iba, haciendo infínito el beso de "hasta mañana".
Son 365 razones y unas cuantas horas más, para perdernos y no volver.

viernes, 22 de junio de 2012

Con todo, menos contigo.


La ciudad me llama, con la noche como excusa. Perderme entre las calles, con la música y mi musa.
Andando hacia no sé donde; sin rumbo fijo, ni nada pensado. Con las manos vacías y en el bolsillo algún que otro cigarro.
Cada vez siento más calor en el pecho, el hielo que dejaste se va derritiendo ¿ que pensabas, que ibas a ser eterno?.
Amor con complejos de yogures; de estos que caducan pronto. Si te he visto no me acuerdo y si te veo ni te miro.
Menos devorarme el corazón y más comerme la boca.
Sé que aún me tienes entre tus sábanas cuando sueñas; ahora sabes como jode el echar de menos de esta manera.
Lluvia ahí fuera, pero por dentro cada vez estoy más seca. Amor hacia estas calles, este banco,estas noches, mi libreta y mi madre. A ti... que te jodan.

sábado, 16 de junio de 2012

Si no es hoy, será mañana.

Te escribo sentada en el borde de la terraza. Perdí el miedo a las alturas y dejé de tener vértigo desde el día que me dejaste resbalar de tus manos y me empujaste de tus labios. Nunca estuve tan alto. Siempre, cuando llevo tiempo creyendo que ya te he dejado atrás en algún contenedor de mi mente, vuelves a retumbar en mi cabeza.
¿Sabes? voy a saltar; a saltar y bañarme en los ojos de otro. A cogerme de otras manos y perderme en otra espalda.
Ya es hora; tengo que dar más por mí. Tarde o temprano volveré a brillar.

lunes, 11 de junio de 2012

'.


Te hablo a gritos y tú sólo oyes que silencio. Araño las paredes a falta de tu espalda, me ahogo con el humo del cigarro e inspiro tus faltas. El ego te comió, por no tragártelo tú. No será eterna esta condena; pero sé que más de una vez me recordarás y llorarás sin lágrimas lo que un día no me diste la oportunidad de darte. Todos los días me levanto y me miro al espejo a ver si sonrío de manera sincera; a veces sale una sonrisa a medias y otras sólo una mueca de mierda.
Que ya no te pido ni que me quieras, ni que me folles, ni que te marches. Somos cenizas y días pasados. Tengo la boca rota y el corazón suplicando respiros en la mano. Por mí, por mí, por mí; pa' ti ya no quiero dejar sitio. Escribiendo otra vez al folio la mierda que aún a veces ahoga y no me deja ver nítido.
Cosiéndome los retales con las agujas del reloj; para recuperar tiempo y las ganas. Que estoy sin ti, pero conmigo y no hay otra. Ya vendrán mejoras y mejores. Aún me aprietas, pero ya no me ahogas, porque en el fondo sé que... no he perdido.


 'Sólo sé escribir lo que no digo. Aunque a veces me calle; es porque me falta el aire pa' decirte que mil veces he caído y mil veces levanté.'
http://www.youtube.com/watch?v=Xg_XK0IbRF8

viernes, 8 de junio de 2012

Hasta el último.


Sé que duermes conmigo sin mí. Sabes que me tienes sin tenerme.
Que esto va desenfrenado y sin control, al ritmo de nuestras ganas de fundirnos.
Quiero empaparme hasta el alma contigo, quiero morder de tus labios. Quiero que me mires mientras te miro y suspiro.
Quiero que me sientas como yo te siento, que me leas entre líneas y que me escribas en la espalda, que te enteres de mi historia escrita en braille en los lunares y cicatrices de mi piel.
Frío aquí dentro; el calor viene contigo. No quiero que me bajes las estrellas y me lleves a la luna, sino que quieras perderte conmigo en cualquier rincón y hacernos nuestros.
Susúrrame al oído que vas a quedarte un rato más, rompamos las agujas del reloj; ya habrá tiempo para que las muy putas se nos claven.
Colócate de mí, fóllame hasta el último de los sentidos.

miércoles, 6 de junio de 2012

Rómpete.


Mañanas suicidas en las que me despierto con la misma sensación de ahogo con la que, por propio cansancio del cuerpo y los sentidos terminé durmiendo anoche.
Unos vienen, otros van; pero nadie se queda.
Demasiadas preguntas de las que sé donde está la respuesta pero no me la quieren dar. Supongo, que en muchas ocasiones cuando se mantiene el silencio, ya es respuesta.
Respuesta que no te dicen con palabras porque saben que no es lo que quizás, esperas o quieres oír. La mayoría de veces es lo mismo; encontrar lo contrario de lo que buscas.
Yo quiero que me digan todo eso. Lo bueno es escuchar lo que tienes que oír y no lo que quieres; aunque algunas veces duela.
La mentira o las ilusiones a la larga duelen más si desde que se hacen, se han hecho para ser rotas.
A lo hecho pecho; como suelen decir. Puede que ahora parezca un error y luego resulte ser una de las mejores cosas que hayas hecho en tu vida. Dejarse llevar es lo que tiene, que aciertas o pierdes y todo cambia.
Estar tan cerca de alguien o algo, teniéndolo a un millón de kilómetros de distancia. Tocarlo y luego perderlo. Juegos de críos que ya son mayores.
Una tarde distinta, seguida de días nublados. Aquella canción. Aquellos nosotros. Es más fácil de lo que parece.
Rompe el silencio y haz que deje de romperme yo la cabeza o rómpete conmigo.