martes, 28 de agosto de 2012

Soy.


Soy unas cuantas noches y otros tantos días.
Soy un cuerpo con algún que otro cosido y un corazón con secuelas.
Soy pasado, presente y futuro.
Soy fánatica de sus ojos.
Soy cordura y locura; según los momentos.
Soy la chica de las pestañas de abanico que colecciona cielos en fotos.
Soy palabras, hechos, voz entrecortada, ojos mudos y manos ciegas.
Soy la de la tobillera azul, el rayo en el cuello y el piercing en la ceja.
Soy dieciochos.
Soy la que te escribe por las noches y a la que nunca has leído; aún.
Soy error y soy acierto.
Soy coraza y corazón.
Soy la que adora las pizzas, la pasta, el chocolate y el helado de nata y fresa.
Soy la que le habla a la almohada y la que te busca y no te encuentra.
Soy la de la quinta puerta a la derecha, la que canta cuando no la escucha nadie y la que siempre suele dormir en el lado izquierdo de la cama.
Soy a la que le fallan los plomos y le asaltan las dudas, la que le pierden tus maneras y aún no sabe quien eres.
Soy la que se quiere a ratos y la que prefiere perderse entre las sábanas antes que entre la gente.
Soy la que cree haber perdido, pero no se ha dejado ni un rato.
Soy mucho de todo y mucho de nada.
Soy yo, al fin y al cabo.

jueves, 16 de agosto de 2012

Medias naranjas.


Me sobra pasión y me faltan unos labios a los que amarrarme.
Dando pasos de gigante, todo me sabe extraño. Mandando todo a tomar por culo y retomando viejas costumbres; que ni estás tú, ni estoy yo.
Dame amor y menos drogas; mi cabeza ya no aguanta más mierdas, por eso intento olvidarme de las comidas de tarro, inspirando aire y expirandote a ti.
Desde que cada uno tiró por un camino distinto, mis retinas no han vuelto a ver algo más bonito que tus ojos. He dejado de buscar.
La putada no es que te echara de menos a ti, si no que...ahora me eche de menos a mí misma.
Tengo tantas ganas pidiéndome salir... pero sigo teniendo el corazón latiendo en mi puño y tus astillas clavadas en la sién.
Tantas promesas que valían una mierda, tantas verdades a medias, tantas mentiras, tantas palabras bonitas dichas de una boca con demasiada facilidad de labia... que me incitan a pensar que nada fue real.
Déjate de medias naranjas, mi otra mitad soy yo, lo que me falta es una pieza.

sábado, 11 de agosto de 2012

Todos dolemos a veces.


Tiene gracia cuando piensas y te dices "No tengo que hacer esto" y acabas haciéndolo aún siendo consciente de que te hará mal tarde o temprano; incluso notando que ya te duele.
Sin embargo sigues a ello, porque te hace sentir vivo entre tanta mierda.
Irónico, ¿verdad? tener que sentir dolor a veces para sentir que estás vivo.
Cuando te hacen el primer corte, piensas que no va a cicatrizar, siquiera que va a cerrarse; lo coses según pasa el tiempo, se hace costra y a veces te la arrancas por miedo a olvidar o por negarte a hacerlo, simplemente y de repente llega el día en el que dejas de hacerlo y cicatriza. El tiempo sigue pasando, días, meses, años y ya sólo recuerdas el porque de esa cicatriz, aunque escuezan algunas de sus razones aún.
Más tarde llega ese alguien que hace de tirita y pensamos que será eso para siempre; pero a la larga vuelve a ser otro corte, otro cosido y otra cicatriz con razones que seguirán escociendo; aunque no más que la primera herida.
A todos nos hacen cortes y todos cortamos.
Supongo que la felicidad es eso que viene a quedarse dos días de cada diez y que hay que morder bien fuerte.
 ¿ Quién no ha sentido dolor y quién no ha dolido?.