jueves, 12 de abril de 2012
Más y menos.
Esa maldita sensación de perderte y no querer encontrarte, la de querer dormir y tener insomnio, la de mirarte en unos ojos y ver que el reflejo ya no es el mismo o la de pensar que quieres olvidar y en el fondo saber que no es así.
Necesidad de respirar el humo de nuestras fotos al quemarlas y sentir que no hace daño. Ya han pasado noches desde que no acudes a nuestras citas en los sueños, ni tampoco vas al garito dónde solíamos quedar. Me has cambiado; has cambiado. Ahora eres de ir a restaurantes, a esos de varios tenedores, servilletas de tela y a los que va gente con traje y corbata.
Mundos distintos, rollos distintos, sentimientos distintos. Eres tú, pero distinto. De repente fuí poca cosa para ti o yo que sé. Ya no nos perdemos juntos, tú decidiste perderte en otros labios que no eran los míos.
La almohada grita tu nombre; dice que también te echa de menos…Las sábanas apenas huelen a ti ya, sólo me queda ese frasquito que llené de tu colonia mientras tú seguías durmiendo una de las mañanas de aquel Diciembre.
Hablo con Silencio y no me dice nada… sólo asiente y me abraza. Las nubes no escampan dentro de mi cabeza; llueve por dentro, porque lágrimas ya no quedan.
Espero aprender pronto a echarte de más y a llorarte un poco menos.
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