miércoles, 3 de agosto de 2011

Pequeños placeres.

Otro día más, uno menos. Quiero seguir viéndolo así, las cosas han cambiado, yo he cambiado y seguirán y seguiré haciéndolo.
Acostarse a las tantas y dormirse aún más tarde, tumbada en la cama, pensando en lo que he hecho en todo el día, en lo que me gustaría que hubiera pasado y en lo que me gustaría que pasara cuando vuelva a donde pertenezco.
Pensar, pensar, pensar... joder, a veces echo de menos esos tiempos de antaño, en los que solo había tiempo para jugar; luego lo pienso mejor y digo no, no quiero volver atrás, quedarme sin descubrir todo lo que hoy me llena, el rap; la música en general, escribir, sentir lo que se siente escribiendo a las tantas de la madrugada viendo el amanecer, el placer que da mandar a la mierda a quién te daña adrede, la libertad que poco a poco se va consiguiendo, ver como se van quedando los 4 amigos de verdad, el primer amor y las lágrimas causadas por este, hostiarse, levantarse y prepararse para la siguiente caída, vivir las decepciones, decir jódete a esos cabronazos, hacerse más fuerte, aprender a tomar decisiones, arriesgar, perder, ganar por uno mismo sin mamá ni papá. Marcarse metas, conseguirlas aunque muchas veces sea un camino díficil, aprender de las pequeñas cosas,valorar los pequeños detalles...No sé, los cambios son constantes, en milésimas de segundo, todo se puede ir a la mierda o tocarte la lotería o dios sabe que.Aprendí que si se vive sin esperar nada, aunque sí marcándose própositos; disfrutas más, que nunca una tormenta fue eterna, ni el sol sale todos los días, uno forja su destino, nadie decide por ti.
Echar de menos a veces tampoco está tan mal, significa que ese momento o esa persona marcó un antes y un después en tu vida.

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