viernes, 2 de agosto de 2019

Cobardía.


Prometí que no me iría y me fui. 
Y me perdí mientras huía de mi misma porque me daba miedo.
Dejé de reconocerme y de reconocer lo que tenía alrededor. Solo sentía que no quería estar donde estaba.
Estaba en blanco, pero muy triste. No era capaz de sentir otro tipo de emoción.
Me hacía mil preguntas que nadie me podía responder, porque quien tenía ese poder, decidió irse dejando todo por el aire y me inmolé con toda mi mierda dentro; sin pensar en consecuencias. Sentía no tener nada.
Y cuando más en la mierda estaba; con el "no puedo más" repitiéndose de manera automática dentro de mí... Fui aprendiendo a sostenerme con todo lo que perdí.
Sigo incompleta y triste, pero tengo algunos días que me siento con ganas de seguir.
Porque a veces la cobardía también salva... aunque sea de desaparecer del todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario