martes, 13 de agosto de 2019

Martes 13.


El peso del vacío, el ruido del silencio.
El dolor del abrazo que nunca se dio o de la despedida que nunca hubo.
La huida del tiempo que no se quiere, la alegría triste de alguien que quiere no estar. Dónde sea.
Silenciar una voz que escuece escuchar, quemar el recuerdo de unos labios que traicionaron.
La textura rasposa de unas manos que dejaron de sostenernos los miedos y nos dejaron cayendo hacia una Nada que nos rompió en pedazos. 
Los cortes de todas esas piezas que dejaron de encajar; uno mismo fuera de lugar.
La pérdida del sentido, la búsqueda del por qué.
La espera a ese gran cambio.
El cansancio de seguir intentando todo sin fuerzas, de ver que no llega. Nada.
La fe que se perdió, la esperanza que se agota. 
Las ganas que te llevaste. 
Mi luz que cada vez se ve menos. Parpadeos de existencia de una mente gris. Peso muerto.
Estoy aquí, sin saber dónde. A veces sin querer estar, a veces queriéndome ir, a veces con miedo a irme... 
Por si me encuentro y no me reconozco. 
Por si te encuentro y no me reconoces.

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