sábado, 23 de junio de 2012

Algunas razones y unas cuantas horas más.


Deja de regalarme tu ausencia. Déjame darte abrazos sin vacíos, déjame llenarme los labios de ti otra vez.
Que cada vez que te vas, pierdo un poco más la calma. Quédate, el lado derecho de mi cama que... sigue teniendo tu nombre. Te reclama; dice que también te echa de menos.
Las mariposas se van muriendo y los pájaros arrancándose las alas. Me duele la cabeza de pensarte sin pensarlo.
Vuelve a agarrarme del brazo y gírame; como antaño cuando me iba, haciendo infínito el beso de "hasta mañana".
Son 365 razones y unas cuantas horas más, para perdernos y no volver.

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