A todos los sitios que voy, vienes conmigo aunque no quiera.
Todos los días estás conmigo, aunque me duela.
Aprieto bien la herida por si cura antes y dejo de sangrarte. Pero no funciona.
Te quiero por encima de todo; incluso de mí. Quiero dejar de hacerlo, pero no se cómo.
Te imagino en nuestros sitios pero mirando otros ojos y no sé dónde meterme.
Me abrazo metiendo los puñales más adentro para no olvidar lo que me hiciste y aún así parece que al corazón le da igual.
Me dueles como nada nunca, cabrón.
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