sábado, 12 de enero de 2013

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Aflójame la cuerda, hijo de puta; con que el tiempo apriete ya sobra.
Ya no hay amaneceres en tu espalda, ni sonrisas en tus ojos, ni mordiscos en tus labios.Ni tampoco quedan ganas en mi pecho.
'Olvídate', me repito y el eco me devuelve un ' no es fácil'; aunque para ti sí.
Pensando en los recovecos de tu cuerpo y tú sólo recuerdas el hilo de mi tanga.Mentías.
Cada noche me cuelgo de la Luna que está sola y sola me acompaña. Ninguna dice nada; yo la miro, ella me mira... el frío hiela las palabras. Siempre fuiste de "querer" a más de una; por eso siempre te fijabas más en las estrellas.
Paz interna es lo que busco y necesito y tú no cabes entre sus letras por más que quiera hacerte hueco, chico...



Nunca fuimos fáciles. Nunca fuimos nuestros.

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