domingo, 18 de septiembre de 2011

Entre calada y calada

Decaigo y me apago al compás que se va el día, 
¿quién me diría que acabaría así? tú con ella y yo aquí...sin ti.
Te llevaste tanto, me dejaste sin nada; devuélmelo todo o llévate también mis ganas de querer despertarme y verte entre mis sábanas.
Tengo el corazón astillado, el consuelo que me queda es que tarde o temprano vendrá alguien que lo pula.
Buscar el consuelo entre los desechos de todos los días que pasamos juntos y solo toparme con los recuerdos que hacen que venga el frío y esto duela.
Cinncuenta y cuatro días desde que te fuiste y sigo aquí aunque sea a duras penas.
Me pesa que me pese y que ya no sonría, me he vuelto fría y ya ves tú que tontería con tan sólo 17 y desgastando así la vida.
Entre calada y calada me repito que ya no volverás y así quizás, el dolor desaparezca junto a todas las falsas promesas, los sueños rotos y los te quiero perdidos que nos solíamos decir...

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