Soy de ninguna parte, porque no sé a dónde pertenezco.
Soy de todas partes, porque no sé a dónde pertenezco.
Y aunque no sea mi lugar me quedo aquí. Contigo. Porque a veces casa no es el sitio sino la persona.
Quizás te escriba y solo nos encontremos en otra vida o quizás estés a la vuelta de la esquina pero no nos hemos visto aún.
Miro pero me negué a ver... la trinchera que construí a veces me ciega para dejar de doler.
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