Ya
no hay bailes de noche en cualquier parte, ni besos en el alma, ni
sonrisas llenas de nosotros dos, ni deseos blancos.
Ya
no estás, ya no somos... Pero quiero y me gusta pensar que sí que
fuimos aunque a veces sienta que me estoy engañando. Y aunque otras
veces te odie sin dejar de quererte.
El
tiempo sigue pasando y he agarrado otras manos, pero no he sentido
querer quedarme en ninguna.
He
parado a hablarme, a querer quererme, a aprender que no eres el
centro de mi mundo... aunque a veces todas esas cosas se hagan tan
cuesta arriba que por unos días me rinda en esa batalla interna.
Aún
no soy capaz de dejarte ir del todo; me queda arrancarte de la parte
más importante... Pero siento que será más fácil si rompo ese
pedazo y lo dejo ahí para ti, siempre. Porque me guste o no es tuyo
aun sin que te lo quieras quedar.
Te quiero diferente.
Fui feliz contigo y pese a todo creo que en ese motivo caben las 27
razones por las que quiero que seas feliz.
Ojalá
si me lees lo entiendas.
Invencible,
recuerda.
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